lunes, 4 de febrero de 2008

Médico Soviético hace experimentos aterradores con perros...


Es uno de esos videos que nos ponen los pelos de punta, aunque no sepamos ruso y la calidad de la imagen no sea la mejor... pero el documento es estremecedor.

Es el doctor Vladimir Demikhov, o el doctor Frankestein de los tiempos modernos. Vivio entre 1915 y 1998, y fue uno de los pioneros sovieticos de la cirugia moderna. Comenzo a experimentar con animles en década de 1940 (en 1946 Demikhov reemplazo los aparatos circulatorio y respiratorio de un perro sin usar máquina alguna soporte vital) llegando a su clímax en 1952, al lograr exitosamente transplantarle un corazón a un perro (adelantándose varios años al transplante del doctor Barnard), con esto, se afirmó que la operación era el mayor éxito médico soviético de todos los tiempos.

Sin embargo, su experimento más notorio fue el transplante de cabeza que realizó en 1953, Demikhov, por increíble que parezca, logró insertar la cabeza de un cachorro al cuerpo de un mastín adulto. Despues de la operacion, los médicos observaron como el perro anfitrión sufría incluso un rejuvenecimiento. Tambien se llegó a observar a ambos perros salivar y tener sed al mismo tiempo, pero finalmente el animal murió varios días después del transplante. El video muestra un fragmento de la operacion quirurgica, y el perro con dos cabezas, bebiendo agua por ambas de ellas y paseando.

Durante los siguientes 15 años, Demikhov realizo otras 24 intervenciones similares, creando todo un ejercito de perros bicefalos, pero ninguno de ellos vivio mas de un mes. Todos murieron por problemas de rechazo de tejidos.


video gentileza de lizzym3

Pero si ya resulta casi aberrante el experimento de este doctor, mas aun te lo parecera el doctor Sergei Brukhonenko, tambien sovietico, para no variar. Este medico logro, en 1928, mantener con vida la cabeza amputada de un perro, utilizando una maquina que realizaba las funciones del corazon y los pulmones. El video... tampoco tiene desperdicio

Para probar que la cabeza del animal, que presentó encima de una mesa, vivía, Brukhonenko mostró como respondía a determinados estímulos. Golpeó la mesa con un martillo y la cabeza se estremeció; la enfocó con una linterna y parpadeó; incluso le dio de comer un trozo de queso que cayó al instante por el extremo seccionado del esófago.


video gentileza de ascensions


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